¿Alguna vez has escuchado eso de “no tengo alfombras en casa porque son difíciles de limpiar” o “me estoy pensando poner una alfombra en casa porque hay que limpiar y es complicado”? Nosotras sí, y muy a menudo. Como profesionales te aseguramos que es todo un mito, que queremos hacer caer en este artículo.
En Alfombra-T, recientemente hemos estado haciendo diversas encuestas a través de nuestro perfil de Instagram (@alfombrat) y de Facebook (@alfombrate) a nuestros seguidores.
Y para nuestra sorpresa, ¡el mantenimiento de las alfombras es el tema que más preocupa y el motivo principal por el que muchos de nuestros seguidores no tienen alfombra en casa!
Nos ha sorprendido muchísimo, ya que, de verdad podemos confirmarte que, realizar el mantenimiento de una alfombra no tiene ninguna complicación.
De hecho, para el mantenimiento en el día a día de tu alfombra:
- No necesitas una aspiradora “última generación con mil usos ni opciones”
- Ni siquieras necesitas productos de limpieza específicos
Las 2 claves del mantenimiento de alfombras
Bien, vamos a contarte cuáles son las dos claves principales que tienes que tener en cuenta para darle un buen mantenimiento a tu alfombra.
Se trata de las dos bases o factores que tienes que tener en cuenta sí o sí para mantener tu alfombra en casa y evitarte por ejemplo pesadas y caras visitas a la tintorería.
1. No estropear la alfombra desde el primer momento
Parece muy simple pero sí… ¡no estropearla desde el primer momento! Pero resulta que hay una manía instaurada entre muchísimos clientes: nada mas comprar o recibir su alfombra, la aspiran.
Aspiran la alfombra y no con un aspirado suave y ligero, no. Lo hacen como si estuviese sucia, usando el aspirador con potencia, como si les fuese la vida en ello.
¿Por qué aspirar la alfombra? ¡Si está nueva! Acaba de salir de fábrica y aún no la ha pisado nadie.
Esto no hará más que desgastar la alfombra, mermando su tacto y propiedades.
Caso real:
Un cliente compra una alfombra de pura lana y apenas a los dos días de recibirla, nos dice que la alfombra no para de soltar pelusa y que debe de estar “estropeada”.
– Alfombra-T: “¿Qué uso o mantenimiento le habéis dado estos dos días? ¿Has leído nuestra etiqueta con los pasos a seguir?”
– Cliente: “Pues la he aspirado como 5-6 veces y el depósito de la aspiradora se llena y no paran de salir pelusas.”
– Alfombra-T: “Pero… si la alfombra está nueva y la acabas de estrenar tú. ¿Por qué la has aspirado 5-6 veces en 48 horas? ¿Si te cepillas el pelo 6 veces al día con fuerza, también se te caería y probablemente ya no tuvieses pelo, no? Lo lógico es que la aspires como mucho cada 2-3 días, y de forma suave. Por mucho que la aspires a máxima potencia, no vas a conseguir que la lana desaparezca antes. Es un proceso natural y tiene que caer sola. Es cuestión de 3-4 semanas, pero a cambio tendrás una alfombra para 10 años. Así, lo único que consigues es estropear una alfombra nueva y que el deterioro llegue antes de lo establecido.”
Este caso que acabo de contar es aplicable a cualquiera de nuestros productos. He hablado de la lana porque es más común, pero también ocurre con las alfombras de polipropileno, de viscosa, etc.
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Así que a modo de resumen, no estropees la alfombra antes de empezar a usarla. Simplemente con este sencillo paso, conseguirás que la alfombra dure muchos años más, y sobre todo, más bonita.
2. La calidad, sí importa
Como todo en esta vida, la calidad del producto que consumes o que usas es importante. Parece una tontería pero no lo es.
Y mucho menos en el mundo de las alfombras, donde es obvio que la calidad de los tejidos, las uniones o los acabados, determinarán la vida útil de tu tapiz, así como que luzca con todas sus propiedades a lo largo de ella.
A diario recibimos imágenes de las casas de nuestros seguidrores, los cuales nos suelen pedir consejo sobre decoración, un servicio que ofrece Alfombra-T.
En muchos de estos casos nuestros seguidores nos preguntan acerca de cómo limpiar alfombras que ya tienen en casa, enviándonos también imágenes de cómo están desgastadas, deterioradas, etc.
Es algo que se repite a diario. Te explicamos otro caso real, con lo que entederás a dónde queremos llegar.
Caso real:
Cliente: “Tengo esta alfombra que no tiene mucho tiempo y está realmente sucia y estropeada. ¿Qué puedo hacer?”
Alfombra-T: “¿Cuánto hace que compraste la alfombra?”
Cliente: “Apenas tendrá dos años, y le hemos dado un uso totalmente normal.”
Alfombra-T: “Si es una alfombra casi nueva pero ya está así… bien… aquí no se trata de lo que puedas o no puedas hacer tú, o lo que hayas hecho para que la alfombra esté así. La cosa está en que no tienes una alfombra de buena calidad. Siento decirlo así, pero es la realidad.
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Aquí no hablamos de precios, de alfombras más caras o baratas, hablamos de calidades y composiciones. Hablamos de la fabricación de la alfombra, de cómo está hecha y de su durabilidad.
Si ves que tu alfombra ha perdido brillo, ha perdido espesor, está apelmazada o incluso se ve sucia a pesar de que la limpias todas las semanas, no te vuelvas loc@ pensando qué puedes hacer para “revivirla”. Te han vendido una alfombra de baja calidad.
Más sobre mantenimiento y limpieza de alfombras
En próximos artículos te seguiremos dando tips, consejos, y diferentes propuestas para limpiar tu alfombra y mantenerla en perfecto estado sin tener que salir de casa.
Pero, por ahora ya sabes cuáles son los dos puntos de partida para que todo lo que te sigamos contando a continuación, tenga sentido, y encajes las “piezas del puzzle” del mantenimiento ideal de las alfombras fácilmente.